Adivinanzas difíciles
¿Estas hecho un experto? ¿Quieres retar tu mente? Prueba con las adivinanzas difíciles, e intenta encontrar las respuestas sin utilizar las pistas :))
Son hijos de tus abuelos, ellos, tus primos no son. Tus hermanos con tus hijos tendrán esa relación.
Tengo cadenas sin ser preso, si me empujas voy y vengo.
Muñecas y flores, luces y canciones, boletos y sobres que dan ilusiones.
Se viste el cielo de luces, torbellino de colores; para alegrar en la noche a los que están mas tristones.
Salimos en las fiestas, junto a los gigantes, con cuerpos pequeños y cabezas grandes.
Como un trompo da vueltas al sol, gira que te gira sin tener motor.
En un jardín verdín, hay un potro potraquín, crespa la cola, crespa la crin.
Mi clase entre rejas, mi libro el látigo, mis alumnos las fieras que enseño despacio.
Ni caída ni inclinada tiene que estar la pared, para eso tengo plomada y me ayudo del nivel.
Mi abuelo tiene un hijo, el hijo tiene otro hijo, y ese otro hijo soy yo. Busca mi parentesco con la persona anterior.
Por mis luchas y victorias me llaman Campeador. Dicen que sería buen vasallo si tuviese buen señor.
Juego de veintiocho piezas que deberemos juntar, se juega sobre una mesa, generalmente en el bar.
Redondito como un queso, y con cien metros de pescuezo.
Alta en altura, delgada en cintura, muchos aposentos, puertas ninguna.
Tiene ojos y no ve, tiene agua y no la bebe, tiene carne y no la come, tiene barba y no es hombre.
Caballito de banda a banda que no come, ni bebe, ni anda.
Vueltas y vueltas doy sin cansarme, mas si no bebo paro al instante.
Figura redonda, cuerpo colorado, tripas de hueso y zancos de palo.
En medio de un campo blanco hay una flor amarilla, que se la puede comer el mismo rey de Castilla.
Adivina quien soy, cuando voy vengo, y cuando vengo voy.
Aunque te parezca raro, golpea con su cabeza, no se queja ni le duele y los clavos son sus presas.
No lo parezco y soy pez, y mi forma la recuerda una pieza de ajedrez.
Con el pelo rojo, la cara amarilla y llena de granos, soy buen alimento de hombres y ganado.
Nací después del Diluvio, de la mano de Noé, y me subo a la cabeza si no me saben beber.
¿Como puede ser?El boticario y su hija, el Medico y su mujer, compraron 9 naranjas y tocaron cada uno a tres.
De día soy reflejada, de noche transformada, en agua nunca encontrada, en fuego siempre ahogada. ¿Qué soy?
Hablo sin boca, oigo sin oídos. No tengo cuerpo, pero vivo con el viento. ¿Qué soy?
Cuanto más cerca estoy, menos me ves. ¿Qué soy?
Si me nombras, desaparezco. ¿Qué soy?
Blanco como la nieve, negro como el carbón, dulce como el azúcar, amargo como el limón. ¿Qué soy?
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Adivinanzas difíciles con respuesta
Las adivinanzas no son solo un juego de niños. Existen adivinanzas difíciles que no les pondrán las cosas sencillas a ningún adulto. Aunque si ves que no puedes con ellas te ayudamos con las respuestas.
En muchas ocasiones, debes poner tu cerebro a pleno rendimiento para conocer la respuesta a estos acertijos, bastante complicados de resolver y que te harán pensar para poder acertar a la primera.
Muchos de estos enigmas son rompecabezas elaborados de forma milimétrica, sin pasar nada por alto, lo que los convierte en las adivinanzas más difíciles que podemos encontrar. Los niños son muy inteligentes, no cabe duda.
Pero quizá haya acertijos más dedicados a los cerebros adultos más despiertos.
A pesar de su inteligencia, un niño no ha tenido tiempo a lo largo de su vida para ver, escuchar y saber todas las cosas que un adulto. Por ello, es normal que si hablamos de dificultades, tengan más que un adulto para encontrar una solución.
Las adivinanzas son algo divertido para pasar el rato y nunca está de más enseñarles las más complicadas para empezar a despertar su ágiles mentes.
Además, es común que las adivinanzas difíciles sean bastante útiles en la vida cotidiana: están pensadas de forma especial para personas que desean ejercitar su cerebro, pensar y resolver. Son aptas para los perfiles más analíticos y para los amantes de las palabras.
Este tipo de acertijos ayudarán a aquellos que los resuelvan, o que al menos lo intenten, a pensar en su vida diaria antes de actuar.
No importa la edad que tenga el receptor, lo cierto es que siempre ayudarán a poder tomar la decisión más acertada de entre las opciones que tenga en las situaciones a las que se enfrente.
En definitiva, las adivinanzas más difíciles ponen a prueba tanto a pequeños como adultos, enseñando a analizar las consecuencias y las ventajas y desventajas de cualquier acción que se vaya a tomar ante cualquier circunstancia.
Referencias: ejemplos.co